Una de las principales dudas de aquellos pacientes que están intentando tomar la decisión de someterse a una cirugía capilar surge en torno a cuándo crece el pelo injertado. En este sentido, cabe señalar que, precisamente, este cabello que se implanta lleva consigo toda la información genética de aquella zona de la que es extraído. Normalmente, estas zonas -que se corresponden con las de máximo crecimiento-, están ubicadas en los laterales de la cabeza del paciente. El hecho de conservar este cabello toda esa información genética permite que al ser implantado en otro lugar conserve sus características, es decir: durar para toda la vida, mantener la misma textura y el mismo patrón de crecimiento.
Es por ello por lo que los expertos afirman que el pelo injertado tiene la misma duración y las mismas características que el cabello «normal», es decir, aquél que no se ve afectado por la alopecia. Su principal ventaja, además, sobre el resto es su capacidad de no verse afectado por la alopecia androgénica a largo plazo, por lo que la zona receptora se mantendrá libre de calvicie.
A continuación señalamos algunas de las preguntas más habituales en relación al cabello trasplantado y al tiempo que tarda en volver a crecer el pelo injertado.
¿Cuándo crece el pelo injertado? ¿Posee las mismas características que el cabello normal?
Antes de nada hay que señalar que, tras la realización con éxito de una cirugía capilar, lo más habitual es que el pelo recién injertado tienda a caerse de forma natural. Más allá de preocuparse, el paciente debe entender que esta caída forma parte de un proceso natural y que llega como consecuencia del trauma sufrido por todos estos folículos durante el procedimiento quirúrgico, es decir, extracción, tratamiento e inyección. En concreto, los especialistas denominan esta caída de pelo como efluvio y se origina durante las primeras semanas tras la cirugía.
Una vez transcurridos unos tres meses desde que se llevó a cabo el injerto de pelo, todo este cabello que se ha caído como consecuencia del trauma quirúrgico entrará en fase de reposo, iniciando una nueva fase anágena o de crecimiento. Es en dicho momento en el que el pelo injertado inicia el desarrollo de sus ciclos capilares con total normalidad.
En unos tres o cuatro meses se establece el plazo medio en el que los cabellos injertados comienzan a crecer. Eso sí, es a partir del sexto mes cuando el paciente podrá comenzar a ver los efectos de este crecimiento delante del espejo.
Los resultados definitivos de un injerto capilar se verán, aproximadamente, al año de la intervención.
Por lo tanto, lo normal es que tras la realización de un implante capilar, al paciente le surjan interrogantes sobre cuándo crece el pelo injertado, aunque es necesario conocer que el propio cabello requiere de un proceso para incorporarse a su período natural de crecimiento. Una vez incorporado, el cabello injertado seguirá su ciclo de crecimiento de por vida. Tan solo se verá afectado por el natural paso del tiempo a largo plazo. No obstante, hay que señalar que el plazo en el que se comienzan a ver resultados varía de un paciente a otro, y eso depende de varios factores.
Uno de los factores que incide en la potenciación de estos folículos recién implantados es la rica irrigación de la zona. Y es que el cuero cabelludo está considerada un área bastante vascularizada por lo que dispone de múltiples vasos sanguíneos que riegan de forma constante la cabeza del paciente. Es por ello por lo que el proceso post operatorio es tan rápido y eficaz, ya que la piel en la que se ha injertado el folículo inicia de forma instantánea a alimentarlo, lo que facilita el proceso de curación. Por su parte, el propio folículo también comienza a trabajar en su adaptación a esta nueva ubicación.
Como ya se ha mencionado a lo largo de éste y otros artículos está dentro de lo normal el hecho de que se caiga el pelo injertado justo tras la finalización de la intervención quirúrgica capilar. Sin embargo, conforme va pasando el tiempo este pelo comienza a crecer de nuevo, adaptando su ciclo a su nuevo entorno. Alrededor de un centímetro al mes será lo que llegará a crecer este nuevo cabello, por lo que ya al cabo del año se manifestarán los primeros resultados que confirman el cumplimiento de las expectativas del paciente.
Por otro lado, una vez acabado el tratamiento quirúrgico de injerto capilar no será necesario la aplicación de ningún otro tratamiento más allá del cuidado y limpieza del cuero cabelludo, tal y como solía hacer el paciente. Tampoco requerirá de cuidados especiales para facilitar su recuperación, por lo que se podrán utilizar los productos habituales para la higiene capilar tales como champú, jabón, colonia o cremas hidratantes.
¿Es permanente el pelo injertado o llega a caerse con el paso del tiempo?
Es importante destacar que el cabello que se trasplanta de las áreas laterales hasta las zonas receptoras no se ve afectado por la acción de la Dihidrotestosterona o DHT. Es decir, todo el volumen injertado dispondrá de una vida mucho más larga, casi permanente.
Eso sí, este tipo de cabello también tiene que recorrer sus ciclos naturales, por lo que el paciente apreciará cierta caída para luego observar cómo vuelven a crecer sin crear zonas de calvicie. Insistimos en que este cabello que se injerta en las zonas receptoras se extrae de las áreas tanto occipital como laterales de la cabeza del paciente. Y es que, justo en estas zonas existe una codificación genética destinada a potenciar la vida del cabello del paciente sin que le llegue a afectar la alopecia de ninguna forma.
Mediante la cirugía capilar, el cirujano consigue la redistribución armónica y equilibrada de los folículos pilosos existentes en el cuero cabelludo del paciente.
Si bien, algo que hoy en día ya no se tiene en cuenta es la función vital que nuestro cuero cabelludo nos ofrece en materia de supervivencia. En este sentido, nuestro pelo protege el cuero cabelludo contra el daño físico, contra la pérdida de calor en invierno o los efectos de la radiación solar en verano. Y es que en estos tiempos para cubrir y proteger nuestro cuero cabelludo puede resultar tan sencillo como usar gorras, sombreros o cremas solares.
Cada persona tiene unas características concretas y también una cantidad concreta de folículos pilosos. A grandes rasgos, se estima que existen una media de varios cientos de miles de folículos pilosos en el cuerpo humano. Entre 90.000 y 150.000 están ubicados en la cabeza, siempre y cuando la alopecia no haya hecho estragos en el cuero cabelludo. Por otro lado, esta cantidad estimada también estará condicionada por el tipo y el color del cabello. Es decir, las mayores cantidades de folículos pilosos las hallamos en cabellos de color rubio, un poco menos en el cabello moreno, siendo el cabello pelirrojo el que evidencia una menor cantidad de folículos.
Fases de crecimiento del cabello
Ante la pregunta de cuándo crece el pelo injertado y qué etapas atraviesa a lo largo de dicho crecimiento, podemos contestar contando las distintas fases que conforman dicho proceso. Además, podemos afirmar que se trata de un proceso cíclico. Pasemos a destacar las fases de crecimiento del cabello:
- Anágena o fase de crecimiento, con un duración de dos a ocho años.
- Catágena o fase de degeneración o transitoria con una duración de dos a cuatro semanas.
- Telógena o fase de reposo que dura de dos a cuatro meses.
Por etapas, el folículo va desarrollando diversos aspectos. Es decir, encontramos:
- Un folículo muy degradado en fase catágena.
- Un folículo en período de descanso antes de comenzar la fase telógena.
- Otro folículo que comienza a crecer empujando para ello al eje del pelo anterior, ya muerto en fase anágena.
Todas y cada una de estas etapas se suceden a la vez todos los días en una misma persona ya que cada folículo dispone de un ciclo de crecimiento propio que puede o no coincidir con algunos otros.
Una de las consecuencias naturales del propio crecimiento del cabello es la pérdida del mismo.
Se estima una caída normal aquella que se corresponde con la pérdida de entre 50 y 100 cabellos de forma diaria, es decir, en torno al 10% del total de los folículos pilosos que se encuentran al mismo tiempo en fase telógena. Con estos datos nos referimos a un cuero cabelludo saludable y no afectado por la alopecia.
Factores clave en el crecimiento del cabello
Son varios los elementos que influyen de forma directa sobre cuándo crece el pelo injertado -o el natural-, además de en la posible caída del mismo. A continuación pasamos a esquematizar algunos de estos factores.
Efecto de las hormonas
Estamos ante uno de elementos clave en la alteración del crecimiento natural del cabello y en la caída del mismo. Son las hormonas andrógenas, en concreto, las responsables principales del control de crecimiento del cabello (la testosterona, la hormona andrógena y su metabolito, la dihidrotestosterona o DHT). Todas ellas claves en el control de la caída del cabello o alopecia.
Efecto de la testosterona
Clave en el crecimiento natural de la barba, el vello axilar y púbico.
Presencia de DHT
Son múltiples las investigaciones que empiezan a relacionar la caída del pelo o alopecia con la presencia de DHT tanto en el género masculino como en el femenino.
Efecto de la genética
La denominada alopecia androgenética es la consecuencia de una genética heredada. En el momento en el que se desarrolla, suelen estar implicadas otras hormonas como la testosterona o el DHT metabolito. Precisamente estos genes heredados originan la pérdida de unidades foliculares, ya que se convierten en extremadamente sensibles a la DHT, por lo que los folículos pilosos dejan de producir cabello o generan un cabello demasiado fino.