La anestesia en el injerto capilar
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El único tratamiento que ofrece resultados definitivos a la hora de luchar contra la alopecia es el injerto capilar. Las personas que se plantean someterse a este procedimiento se preguntan a menudo si éste es doloroso. Vamoa a hablar, por lo tanto, de la anestesia en el injerto capilar.
El injerto capilar es un procedimiento que requiere de la redistribución sistemática y artística de los folículos pilosos con el objetivo de introducir pequeños injertos de cuero cabelludo que contienen, a su vez, las denominadas unidades foliculares. Junto con el injerto de pelo existen otros tratamientos capilares como el plasma rico en plaquetas (PRP), la bioestimulación o el láser capilar, que también ayudan a frenar la caída del cabello. Además de algunos medicamentos. El injerto capilar se realiza aplicando al paciente anestesia local.
Anestesia en el injerto capilar
Se trata de un procedimiento que requiere del paso del paciente por quirófano aunque la cirugía de injerto capilar es mínimamente invasiva, de carácter ambulatorio e indolora. Es por ello por lo que la mayoría de los pacientes remiten sus dudas con respecto a qué tipo de anestesia se utiliza para llevar a cabo con éxito este procedimiento quirúrgico, los riesgos y limitaciones del mismo, el tiempo de reincorporación al trabajo, etc. Son dos, en concreto, las técnicas destinadas a facilitar el trasplante capilar. Hablamos tanto de la técnica FUE como de la técnica FUSS. Ambos procedimientos se centran en la extracción de unidades foliculares en puntos del cuero cabelludo poblados como, por ejemplo, es el caso de la nuca. Posteriormente, el especialista procederá a realizar la implantación de estos injertos donde la alopecia exista y, siempre, mediante la administración previa de anestesia local. Uno de los beneficios de esta operación es precisamente la garantía de que el paciente pueda permanecer despierto a lo largo de la intervención, por lo que la anestesia general queda descartada.
Tipo de anestesia utilizada en el trasplante de pelo

Como la anestesia en el injerto capilar es local, el paciente puede volver a su casa el mismo día de la intervención.
El trasplante capilar es una cirugía poco invasiva, realizada bajo anestesia local y algún tipo de sedación, por lo que el paciente recibe el alta el mismo día de la intervención.
El carácter ambulatorio de este tipo de intervenciones nos asegura una rápida recuperación. Es decir, dado que la anestesia en el injerto capilar es local, el paciente podrá regresar a su casa una vez que se haya dado por finalizado el procedimiento de injerto capilar con éxito. Transcurridas unas pocas horas desde que finalice la cirugía la persona intervenida podrá salir por su propio pie y, además, sin necesidad de ingreso en el centro hospitalario.
Pruebas preoperatorias
Antes de que el paciente sea sometido a un procedimiento de injerto capilar (o una cirugía de cualquier naturaleza), el especialista desarrollará una serie de pruebas preoperatorias para comprobar si la persona se postula como buen candidato, además de estar en aptas condiciones de salud para soportar la aplicación de anestesia en el injerto capilar.
En este sentido, será el propio anestesista el encargado de comprobar con algunos días de antelación el historial médico del paciente. Lo más habitual es que se le practique un electrocardiograma además de aconsejarlo sobre el tipo de anestesia adecuada para su caso. Hoy en día, el injerto de pelo es el único tratamiento de resultados definitivos frente a la alopecia.
Ya centrados en el día en el que se llevará a cabo la cirugía, uno de los primeros pasos será la preparación del paciente por parte del equipo de enfermería. De forma seguida, el anestesista le aplicará un tranquilizante de potencia suave con la meta de eliminar cualquier signo de ansiedad o nerviosismo, evitar la aparición de alguna molestia o prevenir algún efecto secundario originado por la aplicación de anestesia local. El siguiente paso consiste en la aplicación de anestesia local en las zonas tanto donantes como receptoras, es decir, tanto en las áreas en las que se va a quitar el injerto como en las que se van a implantar.
El objetivo, en cualquier caso, será evitar la sensación de dolor y picor además de prevenir la aparición de edemas en el proceso postoperatorio. Por otro lado, a la imprescindible presencia en quirófano de los profesionales que llevarán a cabo dicha intervención quirúrgica se le suma la del anestesista que permanecerá junto al paciente en todo momento con el objetivo de comprobar de primera mano que la anestesia en el implante capilar está cumpliendo con su cometido.
Para prevenir los posibles efectos secundarios y evitar riesgos, el cirujano debe recabar todo el historial médico del paciente antes de la operación.
En este sentido, merece la pena destacar que en el momento en el que el paciente remita cualquier tipo de molestia, el anestesista valorará la necesidad de aplicar una mayor cantidad de anestesia para paliar este tipo de contratiempos.
El proceso postoperatorio o de recuperación del paciente sometido a un injerto capilar no remite demasiada dificultad ya que estamos ante una cirugía ejecutada con anestesia local y, por lo tanto, también mínimamente invasiva.
Efectos secundarios del trasplante capilar
Sin embargo, como en cualquier intervención que requiera del paso por quirófano por mínimamente invasiva que sea, el injerto capilar también puede ocasionar efectos secundarios en los pacientes. En cualquier caso, este tipo de inconvenientes se manifiestan en muy pocos casos. Los más habituales son los edemas faciales, inflamaciones leves en el área de la frente o el entrecejo. Este tipo de efectos secundarios se exhiben en tan sólo un 5% de los casos y son el resultado de la aplicación de anestesia en el injerto capilar. Frecuentemente, tanto los edemas como las inflamaciones tienden a desaparecer al cabo de unas 48 horas sin la aplicación de ningún tipo de medicamento ni evidenciando secuelas para el paciente. De cualquier forma, con el objetivo de disminuir ambos efectos secundarios se le recomienda al paciente la aplicación de frío local o el masajeo de la zona desde la parte inflamada hacia los lados. Otro de los efectos secundarios es cierta pérdida de sensibilidad en el área en la que se encuentra la herida quirúrgica. Tampoco debe suponer problema alguno para el paciente, ya que, según los expertos, este factor debería desaparecer al cabo de unas tres o cuatro semanas.

La mayor parte de los efectos secundarios de esta técnica se deben a la anestesia en el injerto capilar.
Aviso: esta página contiene artículos de contenido médico y sanitario pero en ningún momento debe tomarse como guía exclusiva para un problema de salud. Para cualquier duda sobre un problema de salud debe acudir al especialista.
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