El paso por quirófano hoy en día es una práctica más habitual de lo que pensamos. De hecho, ante la caída del cabello, tanto hombres como mujeres acuden a los centros de estética con el objetivo de ponerle una solución definitiva a la alopecia que sufren, pero ¿es necesaria la hospitalización para un trasplante de pelo? El desarrollo científico nos ha arrojado una de las soluciones más eficaces y permanentes contra la caída del cabello. Sin embargo, sigue siendo bastante habitual que los pacientes ofrezcan cierta resistencia ante la idea de tener que pasar por quirófano. Sin duda, una mezcla entre miedo y ansiedad ante la situación, ante el concepto de tener que someterse a una intervención quirúrgica y, más que nada, las dudas que puede llegar a provocar -entre otras cosas- la necesidad de ser hospitalizado o no.
En una intervención quirúrgica de carácter capilar, el paciente puede estar tranquilo, ya que en ningún momento será necesaria su hospitalización. Y es que la cirugía de injerto capilar en Málaga, por ejemplo, es de carácter ambulatorio, además de mínimamente invasiva.
¿Es necesaria la hospitalización para un trasplante de pelo?
Con independencia de la técnica que se vaya a aplicar en el desarrollo de la cirugía capilar, es decir, tanto en la aplicación del método FUSS (conocido también como método de la tira) como en el método FUE o de extracción de unidades foliculares, la cirugía será de carácter ambulatorio. Asimismo, en ambas técnicas será necesaria la aplicación previa de anestesia local y, en aquellos casos en los que el paciente refleje un estado especial de nervios o ansiedad, se podrá aplicar una sedación para evitar la aparición de cualquier tipo de molestia. Es decir, ya se aplique una sola anestesia o la combinación entre anestesia local y sedación, el paciente podrá volver a casa el mismo día en el que se ejecute la cirugía. Su vida normal llegará al cabo, como mucho, de unos dos días.
A nivel general, mediante la aplicación de un injerto capilar el cirujano consigue redistribuir, de forma sistemática y artística, todos y cada uno de los folículos pilosos que se van a implantar. Para ello en el cuero cabelludo se introducirán una serie de pequeños injertos que contienen las unidades foliculares requeridas. De esta forma, mediante un trasplante capilar en Turquía, en España o en otro país se consigue injertar el folículo piloso con el objetivo de que el cabello nazca desde su raíz y además de una forma totalmente natural.
Las probabilidades de que se produzca algún tipo de rechazo son también nulas ya que el donante es el propio paciente.
El pelo recién injertado tendrá la capacidad de crecer y permanecer sin caerse ni derivar en alopecia, ya que conserva la programación genética del lugar del que se ha extraído.
Técnica capilar FUE
Si bien ya hemos mencionado que con ningún método es necesaria la hospitalización para un trasplante de pelo, la principal diferencia entre la técnica FUE y la técnica FUSS es la forma en la que se extraen los folículos pilosos de las zonas donantes para reubicarlos en las áreas afectadas por la alopecia. Por su parte, el método FUE o de extracción de unidades foliculares ofrece al paciente un proceso de recuperación mucho más rápido ya que para su aplicación no se requiere ni el uso del bisturí ni la realización de suturas.
De esta forma, tras la realización de una cirugía capilar mediante la aplicación de esta técnica el paciente tendrá la garantía de recuperarse transcurridas unas 24 horas desde que finalizó el procedimiento. Además, podrá reincorporarse a su actividad laboral en el plazo de unos siete días. En relación a la práctica de deporte las recomendaciones estiman un período de reposo de al menos unas dos semanas, evitando en cualquier caso en un principio la realización de movimientos bruscos.
El procedimiento que implanta la técnica FUE consiste en la obtención de los folículos uno a uno mediante la utilización, por parte del cirujano, de un instrumento quirúrgico de unos 0,8 milímetros de diámetro que ofrece la opción de ser utilizado de forma manual aunque también de manera automática. Ya extraídos los folículos necesarios para alcanzar las expectativas del paciente, éstos pasan a laboratorio para, acto seguido, ser injertados, también uno a uno, consiguiendo que el pelo crezca desde su raíz de forma totalmente natural.
Las zonas donantes en esta técnica son las mismas que se emplean en otros métodos. En concreto, el cabello a injertar se consigue de las áreas de la nuca además de ambos laterales de la cabeza. Este conjunto nos puede llegar a ofrecer hasta 2.000 unidades foliculares listas para ser reubicadas en las zonas afectadas por la calvicie.
En relación a la duración de esta intervención quirúrgica, el tiempo estará condicionado por la experiencia del grupo de profesionales que esté al cargo de esta cirugía. Se estima una duración media de unas diez horas por lo que, en ciertas ocasiones, entre cirujano y paciente optan por la alternativa de aplicar la técnica en más de una sesión.
Ya se ha mencionado a lo largo de este artículo que la anestesia aplicada en una cirugía capilar es local, si bien en los casos en los que el paciente esté especialmente nervioso o ansioso se le podrá administrar algún tipo de sedante con el objetivo de evitar complicaciones. En cualquier caso, el paciente volverá a casa justo el mismo día en el que se ejecute el procedimiento quirúrgico.
Técnica capilar FUSS
Por sus siglas en inglés, la técnica FUSS se corresponde con la Follicular Unit Strip Surgery o técnica de la tira. Precisamente se le atribuye este último nombre por llevarse a cabo la extracción de los pelos mediante una fina banda de piel de unos 20 centímetros de longitud por uno de ancho. Los riesgos son mínimos y tampoco es necesaria la hospitalización para un trasplante de pelo mediante esta técnica, aunque sí que requiere la realización de puntos de sutura. Un hecho que puede retrasar el proceso de recuperación. Transcurridas aproximadamente unas dos semanas, el especialista procederá a la retirada de los puntos. Quedará una pequeña cicatriz pero esta será imperceptible ya que su longitud de unos cinco milímetros.