Según la técnica empleada, quedarán o no cicatrices tras un injerto capilar. En los tratamientos con las técnicas FUE y FUSS, los resultados son muy naturales y se diferencian entre sí en la manera en la que se extraen las unidades foliculares de la zona donante. En ambos casos se emplea anestesia local y no requieren ni de ingreso hospitalario ni causan dolor alguno. Detallaremos a continuación si quedan cicatrices con cada una de estas técnicas.
Cicatrices tras un injerto capilar con la técnica FUE
Si se opta por la técnica FUE, no quedarán cicatrices después del implante capilar. Esto es así porque no se hace incisiones muy grandes de modo que las que se realizan quedan escondidas y tampoco se hace puntos de sutura, puesto que se utiliza instrumento quirúrgico especial denominado sacabocado microscópico (normalmente de unos 0,8 mm de diámetro). En resumen, deja cicatrices microscópicas que no son perceptibles a simple vista.
En Clínica Esbeltia, utilizamos siempre la técnica FUE para el injerto capilar en Málaga.
Cicatrices con la técnica FUSS
La otra técnica que hemos mencionado es la FUSS (Técnica Folicular Unit Strip Surgery) o también conocida como extracción de Unidades Foliculares con Tira. Se trata de un método que requiere de un bisturí para realizar un corte longitudinal en la dermis, para la extracción de una tira de piel con folículos pilosos. Por ello, la técnica FUSS sí que deja cicatriz en el lugar en el que se acometió la incisión. Aunque no es una cicatriz que se pueda ver a simple vista y que si cicatriza bien dejará muy buenos resultados y un aspecto natural. En este caso, son cicatrices que estarán cubiertas de cabello. Los centros donde se realizan estos implantes tienen médicos especializados en estos temas que consiguen una apariencia muy natural. A esto hay que añadir que la tecnología instrumental empleada es muy buena y con ella se consigue que la repoblación de la zona frontal de la cabeza sea indetectable. Aunque con la técnica FUSS queda cicatriz visible, ésta no se aprecia cuando el cabello crece y la oculta. Además, si se realiza bien, con una técnica especial de sutura, las cicatrices tras un injerto capilar con esta técnica serán mínimas y se harán invisibles con el tiempo.
Recomendaciones para que no quede cicatriz
A continuación expondremos las recomendaciones más adecuadas para el cuidado de cicatrices tras un injerto capilar. Comenzaremos señalando que tras las primeras horas después de la intervención, los injertos de cabello son muy delicados por lo que precisan de cuidados y tiempo de reposo. Es fundamental que el proceso siga su curso y se cicatricen las heridas para impedir caída o desprendimiento.
Los implantes capilares evolucionarán cada uno a su ritmo y como una pequeña herida.
Al principio generarán una mínima costra. Pasados unos días se irá secando y después oscureciendo hasta que al final se desprenda por sí misma. Es habitual que se caiga la pequeña costra junto con el cabello que se ha implantado. Esto no supone nada malo y es normal y supondrá que el proceso de cicatrización ha terminado y el cuero cabelludo de la zona trasplantada volverá a su aspecto anterior a la cirugía y comenzará a crecer. Todo esto dura entre 7 y 15 días y dependerá de lo que tarde en cicatrizar la herida en cada paciente y de la cantidad de unidades foliculares trasplantadas.
Es crucial que se realicen todas las indicaciones del cirujano pues ayudará a una evolución mejor de los injertos capilares. El día inmediatamente posterior a la intervención quirúrgica se deberá aplicar sobre el injerto capilar, cada tres o cuatro horas, un suero fisiológico en spray sobre la zona injertada. El paciente no podrá ducharse durante los primeros días y no utilizará el grifo extensible o mando de ducha los primeros días. Tampoco será conveniente que se frote o rasque en la zona del injerto pues esto podría tener como consecuencia que se cayeran algunos implantes de cabello. Si pasados 12 días aún hay costras se frotarán ligeramente con la yema de los dedos y durante el lavado del cabello se realizará un masaje circulara para que se desprendan.
Medidas preventivas durante los primeros 15 días tras el injerto capilar
Durante los primeros cuatro días no se debe inclinar la cabeza hacia delante pues si se hace puede que aparezca un edema facial. La persona operada no realizará movimientos bruscos y al dormir lo hará boca arriba. Si se produce un edema, éste desaparecerá después de 24 o 48 horas y no tendrá trascendencia alguna desde el punto de vista médico. Si ocurre habrá que estar el máximo tiempo posible estirado boca arriba. El pelo se lavará después de tres días de la intervención y nunca antes. Para que la cicatrización sea buena se evitará hacer ejercicio físico intenso. Por ello, no se hará deporte como: correr, cargar peso, etc., que supongan mucho esfuerzo y sudor.
El paciente podrá pasear, trabajar y hacer todo lo que no implique esfuerzos físicos.
También se deberá evitar sumergir la cabeza en piscinas o bañarse en la playa. Y se evitará tomar el sol. Si el paciente no puede evitar exponerse al sol, buscará estar en la sombra y tapará su cabeza con un sobrero o gorra. No se recomienda que la persona acuda a cabinas bronceadoras con rayos UVA, vaya a conciertos o lugares muy concurridos ni permanezca en lugares muy calurosos. Todo esto se recomienda para evitar una sudoración excesiva en la cabeza que pudiera perjudicar a los trasplantes capilares. Durante la recuperación, el paciente no tomará medicamentos que puedan producir hemorragia como los anticoagulantes (tipo aspirina). Si precisa de algún analgésico para el dolor deberá tomar el que le haya aconsejado su médico. No se tomarán sustancias que dificulten la formación de cicatrices tras un injerto capilar. Por ejemplo, tabaco y alcohol. Ambas sustancias están totalmente desaconsejadas. El paciente dormirá en la postura que le haya aconsejado su cirujano, generalmente en posición semisentada con la cabeza estirada. Pero esto puede variar dependiendo de la zona donde se realicen los implantes.
¿Cómo conseguir una buena cicatrización con la técnica FUSS?
Quitar las grapas quirúrgicas o los puntos de sutura en las incisiones con esta técnica se tarda entre 15 y 18 días. Esto lo puede llevar a cabo cualquier médico e incluso personal de enfermería que haya participado en la cirugía de injerto de pelo. La retirada es sencilla y no duele. Después de un injerto de pelo no suelen producirse complicaciones. La persona intervenida sentirá leves molestias en la zona receptora durante los primeros siete días y le aparecerán costras y zonas enrojecidas. Cuando se emplea la técnica FUSS la zona capilar de la frente se suele inflamar hasta llegar a cara y párpados. Después de la segunda semana, casi todas las costras desaparecen igual que la inflamación. Cuando se elige la técnica FUSS, habrá cicatrices tras un trasplante de pelo, pero estas serán muy pequeñas y no estarán a la vista. Transcurridos dos o tres meses, el cabello que está cerca del pelo injertado comienza a caerse y desaparecerán las zonas rojas, volviendo todo a su color normal. El cabello comenzará a crecer a partir del cuarto mes, e incluso a veces antes, en el tercer mes. Y en el quinto mes el pelo “vecino” del injertado también se caerá y comenzará a crecer poco a poco. En el séptimo mes el pelo injertado aumentará su grosor. Por lo general, no se produce sangrado en las heridas que se hacen durante la intervención. Pero si el paciente sufriera un golpe por accidente y empezara a sangrar debería hacer lo siguiente:
- Quitarse la venda (si se ha sometido a la técnica de FUSS).
- Ponerse una gasa estéril en el lugar del sangrado y presionar un poco con los dedos.
- En caso de que la hemorragia no se corte, se aplicará una gasa en el lugar de la misma y se colocará una venda, enrollándola la misma con fuerza alrededor de la cabeza e intentando evitar tocar la zona implantada. Esta gasa se mantendrá durante doce horas. Si pasado este tiempo el sangrado persiste se acudirá al médico.
Para terminar, en las zonas que hayan aparecido cicatrices tras un injerto capilar, el paciente puede experimentar una sensación de anestesia que durará varias semanas. Esta es normal y desaparecerá con el tiempo.