Previamente a contestar a la pregunta de si se cae el cabello injertado después de un trasplante de pelo, es preciso saber que la cirugía capilar va más allá del simple procedimiento mediante el que múltiples folículos pilosos son trasplantados de una zona del cuero cabelludo del paciente hacia otra afectada por la alopecia. El injerto de pelo es más que este minucioso procedimiento. Se trata de una redistribución, sistemática al tiempo que artística, de los múltiples folículos mediante la colocación de microinjertos de unidades foliculares compuestas por grupos de desde un cabello hasta un máximo de cuatro.
Lo más habitual es que los cabellos que gozan de óptima salud y que, por lo tanto, son perfectos candidatos para el trasplante se encuentren en la parte lateral y posterior de la cabeza, es decir, zona temporal y zona occipital. Estas áreas se conocen en lenguaje médico como zonas donantes, aunque merece la pena destacar que los injertos también pueden tener como origen otras partes del cuerpo del paciente. Una vez que los folículos hayan sido extraídos correctamente serán preparados con sumo cuidado mediante la ayuda de un microscopio de alta resolución para, posteriormente, ser injertados en aquellas zonas desiertas o con poco pelo, denominadas en lenguaje médico como zonas receptoras.
La principal ventaja y motivo principal por el que se eligen estos cabellos es precisamente por estar genéticamente programados para no caerse ni verse afectados por la alopecia. Es decir, se trata de un cabello capaz de cumplir con las expectativas del paciente y seguir su ritmo de crecimiento de por vida. Dicho valor les viene dado al incorporar en su programación unos receptores hormonales que no pueden ser afectados por la hiperactividad enzimática. Muy al contrario de lo que se pueda suponer en una primera instancia, el cabello trasplantado tiene la capacidad de conservar su información genética con independencia del lugar en el que sea injertado. Es decir, el cabello desarrollará sus ciclos capilares y continuará con su crecimientos sin interrupciones de la misma forma en la que comportaba en la zona donante.
¿Se cae el cabello injertado después de un trasplante de pelo o es permanente?
Bajo circunstancias normales, salvo excepciones no habituales, el cabello trasplantado no se cae ya que, como se ha mencionado con anterioridad, estos folículos son extraídos de áreas que no están sometidas a la acción de la hormona causante de la alopecia. En concreto, esta hormona se conoce bajo el nombre de DHT. Al no verse limitada por este condicionante natural la zona donante dispone de cabellos aptos para no desaparecer, un cabello permanente que una vez trasplantado tampoco se cae.
Una cosa es que el cabello trasplantado no se vea afectado, ni en el momento del trasplante ni a largo plazo, por las hormonas responsables de la alopecia y otra bien distinta es afirmar que este cabello no llegará a caerse bajo ningún concepto. Hay que tener en cuenta que, si bien los folículos injertados son definitivos, también siguen un ciclo de crecimiento al igual que el resto de los cabellos del cuero cabelludo. En este sentido, el cabello también responderá ante el paso natural del tiempo y por lo tanto ante el envejecimiento del paciente.
Se trata, de cualquier forma, de un proceso totalmente natural que responde al paso de los años y que tendrá como consecuencia final la caída.
Por otro lado, también es importante entender que en tan solo un porcentaje bastante pequeño se cae el cabello injertado después de un trasplante de pelo como consecuencia del envejecimiento. Nada que ver con la práctica de una cirugía capilar infructuosa. De hecho, pese a esta pérdida de cabello, el paciente no volverá a sufrir los niveles de alopecia que lo obligaron a optar por la cirugía capilar. Más que volver a quedarse calvo, el paciente verá mermada su densidad capilar, perdiendo además algo de volumen.
Otro de los motivos por los que el paciente que se haya sometido a una cirugía capilar puede perder parte del cabello injertado tiene como origen el efluvio del pelo. Este proceso se origina justo tras la realización de forma exitosa del procedimiento quirúrgico, en torno a las primeras semanas postcirugía más o menos. Este tipo de caídas del cabello recién injertado es la consecuencia del trauma quirúrgico al que ha sido sometido este cabello a lo largo de todo el proceso comprendido por la extracción, preparación y posterior injerto capilar en Málaga, Madrid u otra ciudad española.
Tras esta caída generalizada enmarcada en la normalidad del proceso, los folículos pilosos injertados entrarán en fase de reposo para, posteriormente, iniciar una nueva fase de restauración o de crecimiento transcurridos unos tres meses desde que se llevó a cabo la cirugía. Les llegará el momento entonces de continuar con el desarrollo de sus ciclos capilares sin necesidad de que surja ningún tipo de complicación.
Y es que, de forma generalizada, el cabello injertado seguirá creciendo a lo largo de toda la vida del paciente ya que son extraídos con una carga genética que en ningún momento se verá afectada por la alopecia que afecta a la zona receptora. Recordamos, en este sentido, que tan solo el poder de la naturaleza, es decir, del envejecimiento, del propio paso del tiempo podrá originar cierta caída de este cabello trasplantado.
¿Qué porcentaje de unidades trasplantadas sobreviven?
Los expertos estiman que casi el 100% de las unidades trasplantadas sobrevivirán una vez se dé por finalizada la cirugía capilar. Este porcentaje estará asegurado siempre y cuando el paciente se haya puesto en manos de un cirujano especializado en la práctica de esta técnica quirúrgica y que disponga de la experiencia necesaria en este sentido.
En manos experimentadas, bajo la tutela de un gran grupo de profesionales, la supervivencia de las microunidades foliculares podría perfectamente situarse en torno al 100% de lo trasplantado. No debemos contar como ineficacia de la técnica capilar aplicada el cabello que tiende a caerse justo tras el procedimiento quirúrgico ya que este proceso es totalmente normal y responde al trauma que han sufrido los folículos pilosos durante el desarrollo del proceso de trasplante.
Causas de la alopecia
La calvicie que afecta en concreto al género masculino, calvicie clásica masculina o alopecia androgénica es una afección genética, es decir, tiene como origen una herencia genética en la que se combinan las hormonas sexuales masculinas. En este sentido, nada tiene que ver el hecho de que uno de los padres no padezca de este tipo de calvicie ya que la alopecia androgénica deriva de la combinación de los genes de ambos progenitores.
Sin embargo, cabe destacar que aquellos folículos en cuya programación se encuentra esta carga genética no se ubican en el mismo sitio a lo largo de la extensión del cuero cabelludo. Es más, en la actualidad están perfectamente delimitadas estas áreas caracterizadas por estar compuestas por folículos en el que es aún mayor el grado de sensibilidad hacia la hormona DHT o dihidrotestosterona.
En concreto, esta hormona llega a combinarse de forma natural con un receptor específico de los andrógenos u hormonas sexuales. El resultado es la miniaturización del cabello en el área superior del cuero cabelludo lo que potencia su caída y finalizando en la aparición de la temida alopecia. Asimismo, el patrón que sigue la calvicie también está definido: comienza en la línea frontal del pelo de la cabeza y comienza a retroceder hasta la coronilla.
La composición de los folículos pilosos es estructurada. Cada milimétrica hebra de pelo está ubicada en un diminuto agujeros originado en la piel de la cabeza y que se denomina folículo piloso. El proceso mediante el que prolifera el encogimiento del folículo piloso, originando un pelo más corto, más fino que no produce cabello nuevo son las principales señales de la irrupción de la calvicie en el paciente. Sin embargo, estos folículos pueden llegar a permanecer vivos algo que ofrece la opción de que brote cabello nuevo.
A niveles generales, un hombre que sufre alopecia androgénica verá su cabello modificar su grosor, tornando más fino, retrasar el crecimiento y caerse de forma constante. El proceso final es la miniaturización del cabello hasta tal punto que se transforma en un vello muy fino parecido al corporal para, finalmente, desaparecer.
El inicio de la caída evidente de cabello se sitúa en la línea de implantación del cabello justo en la zona frontal de la cabeza. Tiende a ir retrocediendo originando una especie de M o lo que a nivel coloquial conocemos como entradas. Poco a poco el pelo tiende a convertirse en fino, delgado, delicado, corto y formando una U o simulando una herradura. De forma gradual el pelo que quedará se ubicará ambos lados de la cabeza.
Estamos ante una patología que, en la actualidad y pese a la evolución de la ciencia, no tiene cura. A no ser que el paciente se plantee la opción de pasar por quirófano, la alopecia androgénica formará parte del resto de su vida en mayor o menor medida. Cabe la posibilidad de intentar retrasar la evolución de la calvicie mediante el consumo de determinados fármacos. Sin embargo, la eficacia de estos no está del todo comprobada y en no pocas ocasiones se recurre a la cirugía capilar, una vez conocida la respuesta de si se cae el cabello injertado después de un trasplante de pelo.
Continuidad de la caída tras el injerto capilar
La caída del cabello trasplantado tras la ejecución de forma exitosa de la cirugía capilar es más común de lo que pensamos, tanto que es algo totalmente normal. Es decir, aunque no afecta la alopecia al pelo injertado, sí es habitual que el pelo se caiga después del implante capilar. Pero ante la permanente caída del cabello el paciente no tiene por qué poner el grito en el cielo ni preocuparse, sin embargo, nunca está de más que ante cualquier duda se consulte con el cirujano que lo ha asistido.
Más allá de preocuparse, el paciente debe saber que esta caída es la respuesta de los folículos ante el trauma al que han sido expuestos durante la extracción, preparación e injerto. De hecho, este proceso no solo consiste en la propia caída del cabello sino que, además, éste se renovará fisiológicamente hablando. Cabe señalar, en este contexto, que las personas pierden a diario entre 50 y 100 cabellos como consecuencia de la alopecia.
La importancia de elegir a un grupo de profesionales experimentado y con formación en este campo estética se convierte, de esta forma, en requisito indispensable a cumplir. Y es que un tratamiento capilar efectuado de forma adecuada tiende a garantizar la supervivencia de casi el 100% de las unidades foliculares trasplantadas.
Pérdida de cabello tras la cirugía
Debe quedar claro para el paciente que el pelo que se cae tras la ejecución de la cirugía capilar es el resultado del propio procedimiento quirúrgico. Es decir, no es lo mismo la caída del cabello originada por la alopecia (por estrés o mala alimentación) que la caída que se produce tras un injerto capilar en Málaga. Al cabo de unas semanas, el pelo implantado tenderá a tener un comportamiento adaptado al ciclo folicular natural, restaurándose y creciendo nuevamente.
El paso natural de los años no va a dejar de afectar al pelo injertado. En este sentido, más vale aclarar que aunque el trasplante de cabello erradica la alopecia de forma definitiva, éste no va a dejar de verse afectado por el paso del tiempo de la misma forma que el pelo restante que no ha sido trasplantado.
Después de un injerto capilar, el pelo no se verá afectado por la alopecia, pero puede caerse como consecuencia del proceso de envejecimiento natural.
Es decir, aunque no afecta la alopecia al pelo injertado, durante el proceso de envejecimiento lo más natural es que este cabello también se vaya perdiendo de forma gradual. Sin embargo, cabe señalar que este es un proceso totalmente natural no un rechazo ni un fracaso de la cirugía capilar, es consecuencia del inevitable paso del tiempo.
Como natural que es, esta caída no será de carácter brusco ni tan abundante como la que el paciente tuvo que afrontar en épocas de calvicie. Sin dudas, el paciente no se quedará calvo de nuevo de un día para otro, sino que, de forma gradual, comenzará a perder cierto porcentaje del cabello trasplantado, por lo que el volumen del cuero cabelludo también se verá reducido. Puede darse, además, el caso que esta caída se imperceptible.
Posibilidad de un nuevo injerto capilar
Antes de que el paciente sea sometido a una cirugía capilar el cirujano solicitará la realización de determinadas pruebas para tener en cuenta ciertos factores que afectan al resultado final de este procedimiento quirúrgico.
En este sentido, será el especialista el encargado de calcular, en base a estos estudios, el número de folículos que se van a implantar en la zona afectada por la calvicie ya que la falta de unidades puede ofrecer, con el paso de los años, un resultado antinatural. Bajo este tipo de circunstancias, lo más probable es que el paciente tenga que someterse de nuevo a una cirugía capilar para corregir este desequilibrio en el cuero cabelludo.
Como ya se ha mencionado a lo largo de este artículo, no afecta la alopecia al pelo injertado, el cabello injertado mediante cirugía es permanente ya que su genética está programada para ello. Sin embargo, para que el resultado esperado se mantenga a largo plazo habrá que poner en marcha la habilidad del cirujano capilar. Para ello, el especialista deberá estimado la cantidad de pelo que el paciente podrá llegar a perder en un futuro en el área que recibe los injertos, más aún cuando la alopecia no ha mostrado su mayor extensión en el cuero cabelludo del paciente.